Siempre llego a la conclusión que John Wells con su forma de ver las series, a traves de imágenes y palabras, siempre se las arregla para tocar los resortes adecuados que acaban emocionándote, poniéndote en tensión y dejándote siempre una sensación agridulce en la boca, porque al final no todo es triste o feliz, si no una mezcla de ambas sensaciones, así es Southland.
Se han contado muchas historias, pero para mí la que ha centrado esta tanda de capítulos ha sido la de Jamilla, una chica que hace lo correcto y todo su mundo se desmorona por ello, mostrándonos el lado humano de todos estos policías que se desviven, porque esta valiente joven pueda conseguir su propósito ayudándoles, sin que el mundo que la rodea acabe con ella antes.
También se analiza la diferencia de trato en los casos, si la víctima es rica, poderosa o en el caso de Los Angeles, un turista se movilizan todos los medios necesarios para resolverlo, pero si sucede al sur de Los Angeles, date por perdido, la detective Lidia Adams es la que durante la serie, se enfrenta con sus superiores denunciando esta situación.
Las drogas, el alcohol, los matrimonios y relaciones complicadas por el hecho de ser policías, la imposibilidad de controlar a los hijos e invadir su intimidad (Facebook), luchas con tu pasado familiar, todos los tópicos de las series de policías rodados de manera parecida a Friday Night Lights, con muchas escenas con cámara en mano, de forma realista y cruda.
Ha sido una temporada buena, son pocos capítulos pero ha dado destellos de ser una serie prometedora, esperemos que no se difuminen esos brillos de calidad en la próxima temporada.
Se han contado muchas historias, pero para mí la que ha centrado esta tanda de capítulos ha sido la de Jamilla, una chica que hace lo correcto y todo su mundo se desmorona por ello, mostrándonos el lado humano de todos estos policías que se desviven, porque esta valiente joven pueda conseguir su propósito ayudándoles, sin que el mundo que la rodea acabe con ella antes.
También se analiza la diferencia de trato en los casos, si la víctima es rica, poderosa o en el caso de Los Angeles, un turista se movilizan todos los medios necesarios para resolverlo, pero si sucede al sur de Los Angeles, date por perdido, la detective Lidia Adams es la que durante la serie, se enfrenta con sus superiores denunciando esta situación.
Las drogas, el alcohol, los matrimonios y relaciones complicadas por el hecho de ser policías, la imposibilidad de controlar a los hijos e invadir su intimidad (Facebook), luchas con tu pasado familiar, todos los tópicos de las series de policías rodados de manera parecida a Friday Night Lights, con muchas escenas con cámara en mano, de forma realista y cruda.
Ha sido una temporada buena, son pocos capítulos pero ha dado destellos de ser una serie prometedora, esperemos que no se difuminen esos brillos de calidad en la próxima temporada.