Capítulo 1: Casetas


Llega un momento en la vida de todo explorador infante, que se necesita un cuartel general para preparar las estrategias del grupo de operaciones.
Los primeros intentos con los cartones del economato, con los plásticos clavados a una pared en plan tienda de campaña, eran bastante efímeros por la lluvia y el viento, debían rehacerse una y otra vez.
Luego se pasa a las casetas de ladrillo de adobe, porque las de madera en un árbol llevaban demasiada labor de ingeniería y materiales, o a ser "okupa" en algún edificio abandonado, lo malo es cuando se enteraban los respectivos padres, y te llevabas la charla sobre la responsabilidad, y la inestabilidad de los edificios abandonados.
Pero estaba muy bien tener una vivienda, fuera de la casa paterna, sin hipotecas, ni problemas, eran estrechas, incómodas, peligrosas, pero los mejores planes, y las mejores travesuras surgieron de esos lugares que eran las casetas.

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